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La importancia del material didáctico

Usados para apoyar el desarrollo de niños y niñas en aspectos relacionados con el pensamiento, el lenguaje oral y escrito, la imaginación, la socialización, el mejor conocimiento de sí mismo y de los demás, los materiales didácticos han ido cobrando una creciente importancia en la educación contemporánea. Las memorizaciones forzadas y las amenazas físicas dejaron de ser métodos viables hace mucho tiempo, dando paso a la estimulación de los sentidos y la imaginación.

Según una profesora de matemáticas “El material educativo está destinado a las personas que trabajan con los niños, no a los niños propiamente: «no es un material que usan los niños sino las personas que educan a los niños, su objetivo es fijar la intencionalidad pedagógica, es decir, que las personas que enseñen tengan claro qué es lo que tienen que enseñar».

Por el contrario, el material didáctico va directamente a las manos del niño, de ahí su importancia; funciona como un mediador instrumental, incluso cuando no hay un adulto que acerque el niño a los aprendizajes.

El material didáctico puede incidir en la educación valórica desde muy temprana edad. Un buen ejemplo es la incorporación de citas a obras de arte entre los objetos con que juegan los niños y niñas. La profesora pone como ejemplo uno de los últimos diseños de Amancay Didácticos: un juego de dominó confeccionado con piezas que en vez de números o figuras elementales utiliza fragmentos de obras del arte universal. «No es lo mismo recordar chanchitos, peras y manzanas que recordar este tipo de cosas, que tienen más detalles en los que fijar la atención» (dice).

Juan Pablo Ayala, representa a Didácticos Amancay suministrando materiales didácticos a las escuelas. Su forma de trabajo es la que sigue la mayoría de las empresas del rubro: hace visitas a colegios para ver con qué trabajan y cuáles son sus necesidades reales de materiales. Luego se abastecen de materiales en otros países, buscando aspectos educativos específicos. Para él el material tiene que ser no tóxico y no puede presentar riesgos. «Los niños son muy visuales, quieren tocarlo todo», sostiene.

Por su parte Ema Uribe, psicopedagoga, educadora de párvulos y microempresaria, plantea que lo ideal es que sea un material durable, de calidad, legible para los niños. «A los niños les llama la atención los colores y las formas. Ema sitúa la importancia del material didáctico en que el niño aprende primero por lo concreto y después por la abstracción: «cuando un niño tiene dificultades de aprendizaje y tratas de enseñarle usando la abstracción, el pizarrón, aprende menos que si toca y mira las cosas».

Antes parecía que todo aquello que tuviera apariencia lúdica era desechable para el aprendizaje, hoy vemos que sucede todo lo contrario. Es lo que dice Pedro Rubio, representante de Ediciones Siete Leguas. Como suministrador de materiales para varios países de habla hispana, opina que los nuevos planes pedagógicos a nivel internacional incluyen el valor lúdico como fundamental en el proceso de la enseñanza. ¿Cómo utilizar esta tendencia? Cabe hacerse la pregunta, sobre todo cuando sabemos que no todos los colegios disponen de medios para satisfacer su propia demanda de material didáctico. Suplir la falta de recursos con creatividad es el desafío. Lo que sí es cierto, es que los materiales didácticos se han validado lo suficiente como para ser cada vez más necesarios en la enseñanza.